jueves, agosto 16, 2007

Día 5, jueves

Me dormí con 40 muertos y me desperté con más de 300. Durante el día subieron a 400 y ahora, que me dispongo a dormir, son más de 500. Tengo miedo de que esta cifra suba y siga subiendo a lo largo de los días por años. Esta tarde logré ubicarte entre la gente que caminaba por el centro comercial, mientras yo llegaba un poco tarde y escuchando música, vestido de negro (como siempre) con algo de frío y luego de una rápida entrevista. Tú siempre tienes frío y sueño, y estás muy delgada, ¿qué puedo hacer para que te calientes, duermas una buena siesta y tengas ánimos de comer más? Esta noche fuimos a un recital. Un poeta que tenía mi edad el año 84 recitó poemas y habló de sus cosas. A veces es bueno ir a lugares a los que uno no suele ir. Los recitales que organizo siempre son en bares y están llenos de alcohol. Este en cambio era muy serio, muy formal, muy maduro. Es bueno hacer cosas que uno no suele hacer o que nunca pensó hacer. (Supongo que siempre será bueno hacer lo que a uno se le antoje.) Todo el mundo habla de luces en el cielo (como centellos de luz, o relámpagos) durante el terremoto, ocacionado seguro por la energía liberada por la tierra durante el sismo. Pero yo no vi nada.